La noche que Open Arms salvó a Josepha, navegaron siete horas hasta llegar donde se encontraba.Vieron una embarcación medio hundida, pensaron que no había sobrevivido nadie. Pero de repente, milagrosamente, una mujer movió la mano. Era Josepha. Hacía horas que estaba ahí, en el agua. De todos sus compañeros de viaje, solo ella había conseguido sobrevivir.
Durante los días de navegación hacia un puerto de acogida, Josepha fue explicando su historia y cómo había sido su viaje desde que salió de Camerún. En su país, era maestra, y soñaba con ser madre algún día. Pero Josepha se casó con una persona que no la quería y le hacía daño, así que tuvo que huir de su país.
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